sábado, 25 de junio de 2016

Aprendiendo a remontar una vida sin vida. Un espejo vacío rodeado de rostros sin rastros.
A veces cuesta entender a los locos, pero qué más pueden hacer, si piensan diferente. Tan sólo eso, pensar algo diferente. Hacelo público y ya, sos parte de ese conjunto que hay que aislar y someter.
Barbaridades creadas por un mundo irreal, de supuestos y expectativas. Todo gira en torno al gran sol de metal, ese que brilla más que el Sol real.
Y así ya nada más vale. Nada ni nadie tiene un valor que no se pague con papel.
Se crea una vida de laboratorio en la que todos adoran al nuevo dios del progreso y la “libertad”. Crean leyes, normas, restricciones, todo para protegerlo y apañarlo. Todo se nubla y se forma una nueva realidad que nada tiene que ver con la vida. El ser transmuta,  el sentir se compra y se vende, los pensamientos se controlan y la vida, la real, desaparece.


En los hormigueros todos brindamos tributo a las reinas, sacrificamos la vida, toda, por ellas. Y morimos sin acercarnos a la verdadera vida, sin saber qué es vivir, qué es sentir, qué es lo esencial.



11/09/14

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