domingo, 24 de abril de 2016

No es, ni será.

Y tal vez, podría decirte un millón de cosas tontas
sabiendo que no puedo interesarte
y que en mis sueños te vas a seguir mezclando
con arañas gigantes y besos inventados.


Camino y te pienso, y sé que pensás en algo,
nunca en mi -es locura-.
Y hay tantos que lo hacen...y no me importa!
Y sigo siendo tonta al pensar en vos.
Tonta e idiota.




Es la ilusión que me mueve y paraliza.
El calor de mayo, equivocado
y agobiante.
Me gusta pensar en tus inventos,
en cuánto tiempo gastarás pensando
en un nuevo nombre para
un amigo imaginario.


Y cuánto tiempo gasto yo
imaginando inventarte.
Con un panda o un bambú.
Con el mate o un café.
Con palabras y con letras.


Y besos cerca de la boca, abrazos fuertes,
reconfortantes y hermosos.
Parado en la estación, abrigado y con calor,
esperándome para tomar mate y escuchar música,
hablando, tirados en la cama.




------------------------------------------------------- -2008 / 2009-

Al fin...

¿Todo será drástico?
Al fin un perro sin compañía,
un perro "maomeno" cuerdo...
Un perro bonito, que te sigue (o no).
Un perro que parece fiel y compañero.

¿Habrá otro muro?
Al fin un horizonte "maomeno" confiable.
Un horizonte que no conozco aún.
Sólo lo veo, cerca, lejos.
Un horizonte que parece cálido.

¿Será otro tropezón?
Al fin... y al cabo, nunca se sabe.
Al fin, sigo insegura.


"La incertidumbre no deja dormir, y no sabe si debe quererte o dejarse querer". 

-sin fecha-

Historia de un casi amor.

¿Y cómo comenzar el primer escrito de este -terrible hasta hoy- año nuevo?
Podría empezar contando que mi mente inventó una historia, un cuento drástico y malicioso, de una pobre tonta que casi conoce el amor.
 Hubo una joven, quizá existió alguna vez, que un día tropezó con algo maravilloso. Le comentaron que eso era amor, pero... hasta ese momento la incrédula no aceptaba la existencia de "aquello". Resultó ser que la vida se le rió en la cara. La muchacha, cansada de los golpes del amor, había dejado de creer en el completamente... hasta que el azar la cruzó con un extraño mago de la risa. La risa, la alegría -aparente o real- era lo más preciado para la pobre desdichada. Y el mago vino a regalarle un trozo de alegría... Que le llenaría el alma. Por tan poco tiempo...
Se conocieron. Riéron y vieron amaneceres... Lunas y estrellas girar en acrobacias. Pasaron sólo dos tardes juntos. Dos maravillosas e inolvidables tardes de lluvia y de sol, de ternura y de asombro. La incrédula creía que estaba equivocada. Comenzaba a reflexionar en su teoría.
Pero, un día, de golpe... La bruja llamada Vida, vino para atormentar el sueño. Cual sortija de calesita, el amor pasó rozando las manos de la joven, que creyó poder atraparlo.
Pero la maldita, maldita Vida, una vez más, echó una carcajada irónica sobre el rostro de la triste y afligida tonta! Y se llevó el amor bien lejos, para que la muchacha nunca más vuelva a dudar.

 Y aun le cuesta, pobre, decepcionada, aturdida. Sigue perdida y confundida en un mar de risas. En un amor, que nunca existió. Porque no existe el amor.




 Y ya me arrepentiré de esto que escribo, porque es más basura que lo anterior. Pero bueno, al menos algo para empezar el año, y para retornar a Baires, con este aire espeso, nauseabundo, molesto. A esta rutina incansable, a este vacío que duele.



.2010.